Margarita Artiles: líder comunitaria, ejemplo de servicio y Santo de los Últimos Dias

Margarita Artiles: líder comunitaria, ejemplo de servicio y Santo de los Últimos Dias

Margarita Artiles de Núñez es una mujer Santo de los Últimos Días que ha combinado sus roles de madre y esposa con la de líder comunitaria sobre la base del amor al prójimo y el servicio, convirtiéndose en una pieza clave en el desarrollo de su comunidad por su trabajo incesante y por su arraigo en el corazón de sus co-munícipes.

“Yo amo el servicio; es la clave para demostrar el amor que yo siento por mi Padre Celestial y por mis semejantes”, expresó Margarita Artiles, diciendo que esa es la razón de su existencia y la fuerza que la impulsa y motiva a realizar la obra que hace, la cual le ha llevado a ser la fuente a que todo morador del sector Brisas del Norte acude en caso de necesidades de la comunidad. Margarita tiene más de 12 años presidiendo la junta de vecinos de esa comunidad.

Su hoja de servicio abarca desde la Junta de Vecinos de Brisas del Norte, Participación Ciudadana, Coordinadora de Juntas de Vecinos y Organizaciones Comunitarias (CODOSUR), enlace y luego supervisora del programa Progresando junto a la entonces Primera Dama de la República, Dra. Margarita Cedeño de Fernández. Asi mismo, fue supervisora de zona franca, promotora comunitaria del Departamento de Asistencia Social de la Alcaldía de Santiago, entre otros.

Actualmente, entre otras actividades, coordina el programa Quisqueya Aprende Contigo en la zona sur de Santiago, donde ha sido la responsable de la formación de 35 núcleos de aprendizaje, cinco de ellos para el barrio de Arroyo Hondo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, donde durante siete años se desempeñó como maestra, consejera y presidenta de la Primaria (organizació de niños de la Iglesia). También sirvió como presidenta de la Sociedad de Socorro (organización femenina de la Iglesia) y en estos momentos es la maestra del seminario de religión para jóvenes y Directora Asociada de Asuntos Públicos encargada de el enlace con la comunidad.

Nació el 24 de enero del año 1973, Margarita Artiles Muñóz , heredó la vocación de servicio de su padre, el ebanista Alfonso Artiles Menegildo, quién no le ponía precio a su trabajo, con tal de que las personas de escasos recursos económicos pudieran beneficiarse con el mismo.

“Yo recuerdo que papá compró un equipo de albañilería con carretilla, pala, pico y otros instrumentos, para que las personas del barrio lo utilizaran como préstamo”, recordó Margarita, agregando que su casa era el destino de todas las personas que necesitaban que su progenitor les resolviera uno que otro problema, llegando incluso a hacer grandes compras de alimentos para compartir.

Nacida en el callejón de El Ejido, tenía apenas dos años cuando se quemaron las cien casas de ese barrio, lo cual dio al traste con la construcción del populoso sector de Cienfuegos en 1975, donde tuvo que reiniciar su vida junto a su padre y su madre la señora Dominga Ercilia Muñoz Bautista.

“Recuerdo desde pequeña me encantaba ayudar a la gente brillando pailas y cargando agua. También me gustaba mucho cuidar a los niños gratuitamente”, recordó que tuvo que madurar antes de tiempo cuidando a sus hermanitos debido a que su madre trabajaba en la zona franca y su padre en el taller de ebanistería.

Conoció La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a través de dos misioneras que la visitaban y le enseñaban el evangelio, cosa que en un principio no fue del agrado de su padre, hasta el punto de que 'un día les cerró la puerta en la cara', recuerda ella con cierta jocosidad. 

“Recuerdo que ese acontecimiento motivó a que me casara con mi novio de entonces, Blas Núñez, el  viernes 19 de enero de 1991, para entonces bautizarme el sábado 20 de enero, es decir, al otro día; lo hice para poder tomar el control de mi vida”, relató la hermana Artiles Núñez, quien ha procreado junto a su esposo cuatro hijos: Melina Angelimar, Vladimir, Margaret Genelipsis y Vladinson.

“La satisfacción más grande que he sentido en toda mi vida, fue el día de en que pude entrar al templo de la Iglesia con toda mi familia y allí hacer convenios eternos con Dios el 22 de diciembre del año 2012”, dijo emocionada la hermana y líder comunitaria, una mormona que ha sabido conjugar el amor y el servicio en acciones que se debaten entre su papeles de madre, esposa, líder comunitaria e hija en el reino.