El Gozo de Compartir El Evangelio

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Elder Jose L Alonso Élder José L. Alonso

Durante la transmisión mundial en 2013, acerca de la “Obra de Salvación” el presidente Thomas S Monson dijo: “Ahora es el momento de que los miembros y misioneros se unan, que trabajen juntos, que trabajen en la viña del Señor para traer almas a Él. Él ha preparado los medios para que nosotros compartamos el Evangelio en una variedad de formas, y Él nos ayudará en nuestros esfuerzos si actuamos con fe para cumplir con Su obra”5.

Me generan mucho entusiasmo escuchar las palabras del presidente Monson, ya que no solo nos hace una invitación a trabajar juntos (miembros y misioneros), sino que nos dice que promesas hay para nosotros. Una es que El Señor ha preparado los medios y otra es que nos va ayudar al esforzarnos en compartir el Evangelio con fe. ¡Esas son promesas proféticas fabulosas!

En la parábola de la Oveja perdida en Lucas 15: 4-6, el Salvador enseña algunos principios que me han ayudado a participar de forma más activa en la obra misional; sé que funcionan y brindan gran felicidad.

1. Identificar

2. Buscar hasta encontrar

3. Invitar

4. Ayudar

5. Pedir que otros se involucren

6. Sentir gozo (recibir las ordenanzas)

Identificar:

Este principio se puede aplicar de muchas formas, pero una de estas sería hacer una lista de todos los amigos, vecinos o familiares que conoce y que aún no son miembros de la Iglesia. Luego de ello piense en quienes serían más receptivos o necesitados del mensaje del Evangelio de Jesucristo. Su lista podría de inicio será muy grande, mas en espíritu de oración podría ser inspirado a iniciar con unos pocos.

Buscar hasta encontrar:

En muchas ocasiones suele suceder que llega a la mente el nombre de alguien a quien hace mucho que no ha visto o que no vive cerca de usted. Mas no olvide que si la impresión es muy fuerte habrá que hacer lo que el Salvador hizo, de buscarle hasta encontrarle. Recuerde que, al estar aplicando estos principios, muchos de los que usted conoce pueden ser bendecidos. Es necesario actuar con mucha fe y mucha paciencia.

Invitar

Una vez que ha identificado a quien o quienes, extiéndales una invitación para conocer algo sobre el Evangelio. No siempre se inicia con invitarles a que escuchen a los misioneros. Puede iniciar con darles algo a leer, para escuchar, para ver, e incluso puede invitarles a un devocional, una actividad social o de servicio. Utilice la tecnología y todos los recursos disponibles en las redes sociales para 'invitar' también. Una vez que se sienten más cómodos puede invitarles a que escuchen a los misioneros o misioneras.

Ayudar:

No todas las personas que usted conoce van aceptar aprender del Evangelio en poco tiempo, y muchos de ellos necesitan ayuda. Brindar ayuda no tiene que ser tan complicado, los principios de amor y de servicio pueden dar muy buenos resultados.

Pedir que otros se involucren:

Todos necesitamos relacionarnos con más personas cuando estamos aprendiendo algo nuevo. El vivir Evangelio de Jesucristo es una enorme bendición, pero para muchas personas representa un cambio enorme o desafiante. Cuando otros se involucran en ayudar a las personas a aprender y aceptar el Evangelio, les anima a seguir adelante.

Sentir gozo:

El Salvador dijo: Recordad que el valor de las almas es grande a la vista de Dios; (DyC 18: 10) y más adelante dijo también: Y si acontece que trabajáis todos vuestros días proclamando el arrepentimiento a este pueblo y me traéis aun cuando fuere una sola alma, ¡cuán grande será vuestro gozo con ella en el reino de mi Padre! (DyC 18: 15).

Yo confío plenamente en las promesas que el presidente Monson ha expresado y tengo el ánimo para que podamos todos estar involucrados en esta gran obra. Me gusta ser misionero, me gusta compartir el Evangelio y me gusta pensar que Nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo estarán felices al hacer nuestra parte en esta gran obra.