Es maravillosa la oportunidad que mi Padre Celestial me ha confiado de ser madre de tres de sus hijos espirituales: Nathalie, Josué y Marián, en especial cuan agradecida me siento por haber sido escogida para traer a este mundo a un ser tan especial como es Marián; esto ha implicado sus desafíos porque como familia hemos tenido que desarrollar gran unidad para enfrentar las atenciones que ella amerita, mucha paciencia para encarar con valor todo lo por venir, y plena confianza en que el Señor siempre proveerá los medios para que podamos suplir todas sus necesidades.
El Señor nos ha mostrado todo su poder al ver los milagros que ha obrado con y a través de Marián, en los momentos de mayor tribulación busco refugio en sus cálidos besos y abrazos y en su tierna mirada veo reflejado el amor de Dios, ella es nuestra inspiración para esforzarnos cada día en ser dignos de obtener el galardón que ya ella tiene ganado, que es regresar en el postrer día a la presencia del Padre Celestial. Marián es mi adorada PRINCESA, una princesa que cumple pronto 21 años.
La condición de Marian no la ha limitado ni a ella ni a nosotros, como familia hemos compartido días en la playa, en el cine, restaurantes y viajes fuera del país.
Nuestro Padre Celestial en su infinita misericordia me ha permitido conocer su evangelio verdadero y junto a mi esposo enseñar a nuestros hijos a guardar los mandamientos, y a vivir en amor y rectitud.
En la Iglesia sirve como maestra de la Sociedad de Socorro. Sirvió junto a su esposo en el 2013-2015 como misionera de servicio en el programa de Autosuficiencia. Ha sido maestra de escuela dominical de Jóvenes, consejera en la presidencia de la Sociedad de Socorro de barrio y estaca y Asesora de Historia Familiar del Área Caribe, entre otros llamamientos”.