Hugo E. Martínez: Un hombre, un padre, un Élder...

Hugo E. Martínez: Un hombre, un padre, un Élder...

El élder Martínez indica que para mantener un balance entre las responsabilidades eclesiásticas y la familia primeramente establece prioridades. “En el conjunto de prioridades en mi vida cuento a Dios como la primera, a mi familia como la segunda y a mi llamamiento en la Iglesia como la tercera.  La hermana Martínez me ayudó a ir comprendiendo estos principios verdaderos al tener acceso a mi itinerario e incorporar en él las fechas significativas para la familia. Hay que cumplir con todo, pero cuando surgía algún conflicto me dejaba guiar por el orden de esas prioridades, una vez lo llegué a comprender como un principio verdadero.”

“También es verdad que hay que cumplir con el llamamiento y en ocasiones no hay opciones de delegar. En esos casos que no hay otras alternativas posibles más que cumplir uno con la responsabilidad eclesiástica, tiene uno que sacrificar (he ahí el balance) y apelar a la razón con la familia en lo que es una excepción (que uno espera que sea rara).  Entonces tiene uno que compensar y reponer el tiempo y el evento con más tiempo antes o después, junto con mayor esmero, amor y dedicación diariamente.”

El conocimiento del evangelio de Jesucristo tiene un significado especial en la vida del élder Martínez junto a su familia. Expresa que el conocimiento del evangelio impacta increíblemente en la crianza de los hijos. Indica que como padres “le brinda las herramientas de lo que han de enseñar para bendecir sus vidas, proveerles conocimiento y destrezas para su sabia aplicación, les testifica de nuestro amor y compromiso hacia su verdadero bienestar, les fortalece al saber que conformamos eventualmente una familia a la manera del Señor con el potencial de alcanzar todas las bendiciones prometidas en el evangelio de Jesucristo.”

Como en toda familia surgen diferencias que en ocasiones pueden causar desacuerdos, a lo cual el élder Martínez expone lo siguiente: “En los momentos de problemas interpersonales dentro de la familia, el evangelio nos da la motivación y dirección para seguir adelante buscando la unidad y las expresiones de amor, como el genuino interés en los demás, el deseo de paz y armonía, y las ansias de servirnos unos a otros.  Los procesos de resolución de problemas en la familia se dan en una mejor manera.”

El ser miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días le ha provisto unas ventajas en su rol como padre. Entre las ventajas que considera son de gran bendición el élder Martínez destacó el estudio de las escrituras, la guía de los profetas vivientes que nos guían por los obstáculos de la sociedad actual con la exposición de las verdades absolutas del evangelio y la compañía del Espíritu Santo para recibir revelación personal sobre su rol como esposo y padre. 

“Además, me brinda la oportunidad de bendecir a mi familia por medio del sacerdocio y sus ordenanzas y me provee de una hermandad de otros poseedores del sacerdocio que me enseñan sobre cómo ser un mejor padre.”

El élder Martínez aconseja a los padres, miembros de la Iglesia, a entender que la familia va por encima del llamamiento. “Ningún llamamiento en la Iglesia puede interferir ni con la familia ni con el trabajo o los estudios.  Al contrario, el llamamiento lo debe hacer a uno más hábil y capaz en esos renglones.  También les diría que los hijos deben aprender de la diligencia en los llamamientos por medio de nuestro ejemplo. Incluso deben ver el ejemplo al uno resolver los conflictos entre familia y llamamiento.  De esta manera, los padres podrán magnificar sus llamamientos y a la vez cumplir con sus obligaciones familiares.”

Con relación al matrimonio e inicio de una familia, el élder Martínez aconseja a los jóvenes el no procrastinar esa bendición por estudios, ni trabajos ni bienes materiales.  “No hay mayor bendición en la vida de uno que la de llevar a su pareja digna y preparada al templo para allí hacer convenios sagrados que bendecirán la unión matrimonial de una manera como nada más en la tierra lo puede hacer. Que estén prestos y listos para dar ese paso responsablemente.  El matrimonio en la Casa del Señor es la manera correcta de hacerlo y la única que debe tener nuestra consideración.”

Como padre, cabeza del hogar y líder en la Iglesia, el élder Martínez expone sus sentimientos sobre las bendiciones que ha recibido y cuán agradecido está con el Padre Celestial, “Entre mis mayores gozos en la tierra es ver y observar a mis  hijos desarrollándose ahora como adultos y alcanzar sus metas. Es verlos tener hijos y criarlos mejor de lo que yo les pude criar como padre a ellos. Es ver la dedicación al evangelio de aquellos que lo hacen con pleno compromiso y apego a sus convenios con el Señor Jesucristo. Es saber que tienen los conocimientos de arreglar cualquier desvío que ocurra en el camino de convenios que conduce a la vida eterna.”

El élder Hugo E. Martínez prestaba servicio como Setenta de Área en el Área Caribe cuando fue sostenido como miembro del Segundo Quórum de los Setenta el 5 de abril de 2014.  Nació en Mayagüez, Puerto Rico y está casado con Nuria Merced Álvarez Pagan, tienen cinco hijos y cinco nietas.